
Redacción | 1894Radio
Villa Elisa se reunió este miércoles en el Paseo de la Memoria para celebrar el hallazgo del nieto 140, en un emotivo acto que reafirmó el compromiso con la verdad y la justicia, aún en un contexto de retrocesos en materia de derechos humanos.
La actividad recuperó la consigna asumida por los Vecinos por la memoria, verdad y justicia en marzo pasado, cuando se descubrió la identidad del nieto 139: cada restitución debe ser motivo de encuentro y celebración pública. Y así fue. Vecinas y vecinos rindieron homenaje a la historia de Graciela Romero y Raúl Metz, secuestrados el 16 de diciembre de 1976 en Cutral Có, Neuquén, cuando ella cursaba cinco meses de embarazo. Su hijo nació el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino de detención “La Escuelita” de Bahía Blanca. Recién el viernes pasado supo que era hijo de desaparecidos y que tiene una hermana, Adriana Metz, de 48 años, que lo buscó durante décadas.
El acto tuvo una fuerte carga simbólica y política: se celebró en medio de un contexto adverso marcado por el desmantelamiento de organismos claves para la restitución de identidad, como la intervención del Banco Nacional de Datos Genéticos y el cierre de la CONADI y otras dependencias estatales que facilitaban el acceso a archivos de la dictadura.
“La identidad siempre florece”, repiten las Abuelas de Plaza de Mayo. Y así lo vivieron quienes participaron del homenaje en Villa Elisa. Allí también se abrazó simbólicamente a Cristina Fernández de Kirchner, presa política de un régimen calificado como nefasto, corrupto y cipayo por las y los presentes.
Con palabras encendidas y emoción compartida, la jornada concluyó con un mensaje de esperanza: la historia de lucha de este pueblo será más fuerte que el odio y la venganza. Y como en cada encuentro, se celebró la vida. Las Abuelas, una vez más, marcaron el camino.