28 septiembre, 2025

En su columna en Encuentro en la Rambla por 1894Radio, Luján Rulli reflexionó sobre un hecho que volvió a instalar el debate en la agenda feminista: la reaparición mediática de Gustavo Cordera. Con la contundencia que la caracteriza, Rulli retomó las declaraciones misóginas del músico —cuando afirmó que “hay mujeres que necesitan ser violadas” y que la pedofilia no debía considerarse delito— para señalar que el silencio nunca es una posición inocua: “si frente a un hecho violento no hay repregunta, no hay cuestionamiento, ese silencio convierte la condescendencia en complicidad”.

A partir de este disparador, la columnista planteó preguntas centrales: ¿qué hacemos como sociedad cuando lo que se dice reproduce violencias concretas? ¿Debemos tolerar la intolerancia? ¿Hasta dónde somos responsables como consumidores culturales cuando sostenemos a quienes emiten discursos dañinos?

Rulli recordó que la llamada “teoría de la cancelación” muchas veces es demonizada, pero puede ser entendida como un ejercicio ciudadano de defensa ante lo intolerable, en la misma línea de los escraches de los 90, que surgieron cuando no había otro camino judicial frente a los crímenes de la dictadura. “No se trata de censura —sostuvo—, sino de establecer un límite social frente a delitos que no pueden naturalizarse como una simple opinión”.

La columna también advirtió sobre la actualidad política: proyectos legislativos que buscan aumentar las penas por denuncias falsas o sancionar la difusión de casos antes de sentencia firme. Para Rulli, estas iniciativas constituyen “leyes mordaza” que desalientan las denuncias y refuerzan la revictimización de las mujeres.

Por último, vinculó la discusión con un informe reciente sobre adicciones en mujeres, que expone cómo muchas veces los consumos ocurren en soledad, en el ámbito doméstico y bajo el peso de la feminización de la pobreza. Allí, de nuevo, el silencio se convierte en enemigo íntimo: las violencias, los abusos y las adicciones se guardan entre cuatro paredes.

Concluyó su columna con una definición clara: “El silencio no es salud. Lo que se dijo es grave y no se puede dejar pasar. Que te guste la música es una cosa, pero no podemos callar frente a discursos que justifican delitos”.

“Escucha ahora la columna de Luján Rulli en Encuentro en la Rambla por 1894Radio. Con el título ‘El silencio no es salud’, analiza la reaparición mediática de Gustavo Cordera, el rol de los medios, la cancelación como ejercicio ciudadano y cómo los silencios, lejos de proteger, terminan reforzando las violencias.”

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