PAMI

La comunidad de Villa Elisa enfrenta una situación alarmante tras el cierre definitivo de la sede local del PAMI, dejando a miles de jubilados y pensionados de la región sin un punto de atención cercano. La decisión, que se produjo tras el vencimiento del contrato de alquiler del inmueble y el despido de los cuatro empleados que garantizaban su funcionamiento, desata una ola de incertidumbre entre los adultos mayores.

Durante más de 15 años, la sede del PAMI en Villa Elisa fue un pilar para los jubilados de la zona, incluyendo localidades vecinas como Arturo Seguí y El Rincón. Ahora, todas las gestiones deberán realizarse en la delegación de City Bell, la única que permanecerá activa en el norte del partido de La Plata. Este cambio implica no solo mayores costos y tiempos de traslado para los jubilados, sino también la posibilidad de una saturación en la atención presencial.

Aunque las autoridades del PAMI no emitieron un comunicado oficial, diversos medios locales confirmaron la noticia. Esta falta de información oficial ha generado un clima de tensión y preocupación entre los beneficiarios, especialmente aquellos que estaban en medio de trámites urgentes que requerían gestiones presenciales.

El cierre de la sede de Villa Elisa se inscribe en el marco de las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, que han impactado de forma significativa en los sectores más vulnerables de la población. En el primer año de su gestión, el 21% del recorte del gasto público estuvo relacionado con jubilaciones y pensiones, según datos oficiales. Además, la reducción en la cobertura de medicamentos, la disminución del poder adquisitivo y el cierre de delegaciones agravan la situación de los jubilados.

“Es un golpe muy duro para nosotros. Ya nos cuesta llegar a fin de mes y ahora tenemos que gastar en pasajes para ir a City Bell, solo para que nos atiendan”, comentó Marta López, una jubilada de 72 años residente en Villa Elisa. “Esto no solo afecta nuestra economía, también nuestra salud, porque muchos no podemos hacer esos viajes tan largos”, agregó.

La medida también pone en evidencia la falta de alternativas digitales accesibles para los adultos mayores, quienes en su mayoría dependen de la atención presencial para resolver sus gestiones. Según especialistas, la digitalización no alcanza a cubrir las necesidades de este grupo etario, profundizando la exclusión social y el desamparo.

Organizaciones sociales y gremios de jubilados ya comenzaron a movilizarse para exigir que se revierta la medida. Entre las propuestas planteadas se encuentra la posibilidad de reabrir una sede móvil o establecer convenios con otros organismos locales para descentralizar la atención.

Mientras tanto, miles de jubilados de Villa Elisa y zonas aledañas enfrentan un futuro incierto, con la esperanza de que esta situación encuentre una solución que les devuelva el acceso a un derecho tan esencial como la salud.

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