En su columna en Encuentro en La Rambla por la 1894Radioonline, Luján Rulli analizó el fallo histórico de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que reconoce el cuidado como un derecho humano. La resolución, solicitada por Argentina en 2023 y publicada el pasado 7 de agosto, establece que las tareas de cuidado no son un asunto privado, sino una responsabilidad colectiva, social y política. Desde una mirada integral que abarca lo físico, lo emocional, lo cultural y lo simbólico, la periodista destacó que este reconocimiento internacional desafía la lógica productivista que invisibiliza estas labores.
Rulli subrayó que el fallo reconoce tres dimensiones esenciales: el derecho a ser cuidado, el derecho a cuidar y el derecho al autocuidado. Estos principios implican garantizar condiciones dignas para las personas cuidadoras, remuneradas o no, y asegurar que quienes dependen de estos cuidados reciban atención de calidad y sin discriminación. Además, la resolución señala que la desigual distribución de estas tareas —realizadas tres veces más por mujeres— constituye una forma estructural de discriminación de género, y que su aporte económico, aunque no siempre cuantificado, puede representar entre el 15% y el 27% del PBI.
Para la columnista, este dictamen representa un espaldarazo a luchas históricas, como la moratoria previsional para amas de casa, las leyes de discapacidad o las políticas de cuidado de infancias y personas mayores. En ese sentido, remarcó que obliga a los Estados a asignar recursos públicos y a promover una distribución justa de las tareas de cuidado entre familias, comunidad, mercado y gobierno. “No es amor, es trabajo no remunerado”, recordó Rulli, citando una consigna feminista que hoy encuentra un sólido respaldo jurídico internacional.
