Victoria

Victoria Montenegro pudo transformar el terror, a la que fue sometida por la dictadura cívico militar apenas llegada al mundo, en amor, traducida en sonrisas y risas. Y eso se pudo ver cuando el sábado la nieta restituida presentó su libro «Hasta ser Victoria», en el que relata su camino hacia la restitución de su identidad, en Libros Villa Elisa, donde también tiene sus estudios la 1894 Radio.

«Este libro es un pequeño aporte para que seguir buscando a los nietos y nietas que nos faltan encontrar», señaló Montenegro.

Montenegro relató su infancia como María Sol Tetzlaff (el nombre que recibió al ser apropiada), el proceso de recuperación y aceptación de su identidad, su actividad en Abuelas y sus inicios en la vida política, ante una excelente moderación de Sebastián Buiraz, vecino de Villa Elisa.

El 13 de febrero de 1976, un grupo de tareas comandado por el coronel Herman Antonio Tetzlaff irrumpió en su casa, en la localidad bonaerense de William Morris, y la secuestró cuando tenía trece días de vida junto a sus padres. Tetzlaff se apropió de Victoria, le eligió un nuevo nombre y la educó según la ideología que sostenía al terrorismo de Estado.

Victoria
Victoria Montenegro durante la presentación del libro en Villa Elisa. Foto Carlos DBIassi.

Montenegro se define como «hija de Toti Montenegro y de Hilda Torres, desaparecidos por el terrorismo de Estado».

Contó que «yo aparezco en el 2000. Lo que sentí era que mi sangre estaba sucia. Pensaba que mi papá (Tetzlaff) no me iba a querer más. Me daba mucha vergüenza decir que ‘era hija de la subversión'». Y añadió: «En un momento, mi apropiador me dijo que hubo un enfrentamiento, que él me había salvado la vida. Y yo le agradecí que me había criado a pesar de ser una hija de uno de sus enemigos».

«En mi caso nunca busqué mi identidad -dijo Montenegro-; hice todo lo posible para que la justicia no pudiera avanzar en encontrarme porque no creía que existieran las personas desaparecidas, para mí era un tema de persecución política hacia mi papá que era un soldado que había luchado por la patria, pero las Abuelas no claudicaron».

«Sin dudas es un libro que está lleno de contradicciones que viví. Hoy de lo que se trata es de sembrar memoria y construir una Argentina distinta», concluyó Montenegro.

Colocaron la baldosa en el Paseo de la Memoria

Antes de la presentación del libro, Victoria Montenegro participó la colocación de la nueva baldosa con los «Pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo» en el Paseo de la Memoria, que había sido vandalizada por desconocidos tras el acto que recoerdó, como todos los años, a los desaparecidos y desaparecidas de Villa Elisa.

El Paseo, en el ingreso a la OFA, recuerda y homenajea a vecinos y vecinas de la localidad que fueron secuestrados, torturados y desaparecidos por la dictadura cívico militar. Todos los años los Vecinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Villa Elisa los conmemora con un acto.

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